Es el denominador común entre todas las personas que acuden a nosotros para instalar un suelo de tarima flotante o tarima laminada: quieren que sea resistente y duradero.
Y aunque en este sentido lo mejor es confiar en el asesoramiento profesional de quienes nos dedicamos a ello, existe un dato muy representativo que, de forma certificada, te permite conocer la dureza y resistencia que tendrá un suelo: la
clasificación AC. ¿La conoces? ¿Habías oído hablar de ella? Pues hoy te enseñamos a interpretarla.
¿Qué es la clasificación AC de los suelos?
Decantarte por un
suelo de tarima puede convertirse en una auténtica odisea dada la gran cantidad de opciones que existen hoy en el mercado.
Es obvio que cada espacio requiere un tipo de suelo en función de su uso, de ahí que resulte tan importante adquirir un suelo de tarima que se adapte a esos usos concretos. Por ejemplo, el suelo de una cafetería que es transitado por un gran número de personas no necesitará ser tan resistente y sufrido como el suelo de una vivienda particular.
Pues bien, para guiarnos en esa elección está la
clasificación AC que no deja de ser un indicador certificado del grado de dureza y resistencia que tiene un suelo de tarima. Es importante recordar que no estamos hablando de una clasificación de la buena o la mala calidad de un suelo, sino que es una clasificación que atiende solo a esos aspectos concretos que mencionamos.
Para ello se tiene en cuenta la capa superior del suelo laminado que se denomina
capa de desgaste. En esta capa se encuentra la verdadera protección que hace que el suelo sea más resistente y soporte mejor el uso, la humedad, las manchas… Existe un organismo independiente que lo que hace es realizar pruebas de desgaste en esa capa exterior para clasificar los suelos en función de su comportamiento.
Las seis categorías de la clasificación AC de los suelos
Y esa clasificación nos reporta cinco categorías o tipos de suelos laminados:
- Suelo AC1: es el laminado más ligero recomendado para un uso residencial moderado y ligero. Perfecto para una segunda residencia que se usa poco.
- Suelo AC2: ideal para usos residenciales normales, con niveles digamos más bien moderados de tráfico de personas y tiempos de usos.
- Suelo AC3: es el que más recomendamos para los hogares con un uso diario normal / intenso, en los que viven varias personas, niños pequeños… Son suelos que serán más duraderos y resistentes.
- Suelo AC4: tiene unos niveles de resistente y dureza que lo hacen más apto para espacios comerciales que para viviendas. Eso sí, locales comerciales de uso peatonal no excesivo. Por ejemplo, para una oficina o una clínica estética.
- Suelo AC5: es el más resistente que existe y está indicado para locales y espacios comerciales concurridos, con una actividad y un uso muy elevado e intenso como puede ser un local de hostelería, un museo, un centro comercial…
- Suelo AC6: son suelos laminados vinílicos especialmente especialmente indicados para su instalación en ambientes húmedos como baños, cocinas, SPAs, gimnasios, etc.
Elegir una tarima laminada teniendo en cuenta su uso, se vuelve más sencillo si nos guiamos por este indicador. Es tan fácil como saber que una vivienda particular siempre se moverá entre los suelos AC 2, AC 3 y AC4, mientras que los espacios comerciales deben decantarse por uno AC4 o AC5.
Aunque ya sabes, que si tienes dudas a la hora de elegir suelos laminados o suelos de
tarima de madera maciza en Madrid, no tienes más que preguntar a nuestro equipo de profesional.
En
Acron Tarimas te asesoraremos para que encuentres el pavimento que se ajuste realmente a tus gustos y al uso que vayas a darle.